domingo, 24 de julio de 2016

'Mi corazón a pie'




"Son dos caminos blancos, curvos..."
(C. Vallejo)


Algo tendrá que ver conmigo esta tarde primordial,
este crepúsculo de voces indolentes,
este remanso,
esta playa límpida de adioses
y velas blancas que retornan sin dolor
pues no hay dolor en esta tarde,
(dicen voces que) no puede no debe
no quiere haber dolor en esta tarde


Algo habrá que sea mío en esta ofrenda,
en la hoguera sumergiéndose a poniente,
en la hora azul cobalto del verano
entre el agua y su bandera detenida
y gaviotas que redoblan a silencio
cuando se vacía la playa y se está solo,
dulcemente solo en lo caído


Algo, algo tiene de mí esta tarde
que se queda, que no quiere ir ya
a ninguna parte,
que se anuda al folio que moja la copa
y al azul de la tinta de los ojos del mar.
Algo se amarra en esta hora



Y algo crepita, lejos, en otra parte;
algo se quiebra y se separa.
Algo de mí que zarpa solo de otra parte,
que se sigue quebrando de otra orilla;
que cruje sordo del costado
y que ya zarpa, se va alejando:
hacia alguna parte en que es invierno,
a toda vela en el origen,
no dejará nunca de zarpar.


                                                                 [2011]


martes, 19 de julio de 2016

Alucinaciones (V)



A las cuatro de la tarde, donde la misa desierta del verano, el pájaro memorial y el surtidor que mana siglos, la tarde es la bahía quieta de un pueblo zarpando en sueño hacia poniente. No se oye más que la campana muda y amarilla, pero muy pronto emerge, como un aljibe puesto en pie, y se sienta sobre el potro de mármol que pace en la sombra. Oigo su transcurrir, las campanas por mis ojos, la sangre de sus cálices.           Y sé que no dirás nada, nada, nunca dirás nada, hermoso animal que cumple los anhelos del desierto. Más allá estará tu origen; más adentro estará ese patio, el gotear en las ruinas del sol, el rumor de lámparas de arena. Mucho más adentro estará el olivo que oficia su yantar la carretera, el monte del mandato, la agonía. 

La luz me lega su puñal y ahí te desvaneces, estatua de bruma en la canícula: la tarde atraca en mi vagar, se derrama el aljibe, y un turbión de sangre por las calles anuncia al fin el derrumbar del templo

domingo, 10 de julio de 2016

Marlon Brando: todas las caras del animal




Los mayores enigmas son transparentes. Los misterios más reacios a desvelar su rostro suelen pasearse en cueros a la luz del día. El alma humana es uno de ellos; así se abra uno en canal y exponga sus vísceras encima de la mesa (del escenario) para fascinación del respetable, para mayor extrañamiento propio. El alma conocida en nuestro tiempo como Marlon Brando –alma animal, cuerpo apolíneo animado por una bestia– es uno de los mejores ejemplos de ese enigma.