sábado, 30 de noviembre de 2013

Su precio; su victoria


Todo ángel es terrible. Toda belleza reclama su cuchillo. Toda ofrenda es también, inevitablemente, un sacrificio

Se cobra caro su estipendio, la belleza; más alto, más caro, más estrepitoso cuanto más gloriosa aquélla. Y el infierno es precisamente el origen y el fin de ella: se eleva de él, despliega sus alas, el hombre ese ángel siniestro, este esplendoroso monstruo; y el precio será caer, volver a ese infierno, a la humildad y la lucidez que da saber que todo ha de nacer de nuevo para volver a levantarse más puro, más luminoso, más gloriosamente investido de cenizas y furia y lluvia y canto
 
  

lunes, 18 de noviembre de 2013

Cinco horas con Javier Krahe...


... y aquí unos minutitos; a falta de revelar, pronto quizás, el resto):

Vuelve Javier Krahe. Vuelve, con nuevo disco, uno de los mejores escritores de canciones que haya dado nunca nuestro país. O eso al menos es lo que proclaman con apabullante unanimidad tanto sus colegas del oficio como el público (minoritario pero insobornable) que abarrota sus conciertos. Reconocido siempre por esa crema de la intelectualidad que salió de la dictadura con el ensueño de otra España más culta, a la par que gamberra. Célebre, sobre todo, por haber formado parte, junto a Joaquín Sabina y Alberto Pérez, de ese experimento musical que erigió una tabernucha del barrio madrileño de La Latina, llamada La mandrágora, a la categoría de mito. (Y también, más recientemente, por haber protagonizado uno de los procesos judiciales más dadaístas de la historia reciente: le acusaron de "cocinar un Cristo al horno" en un cortometraje polvoriento en el que él apenas tuvo que ver)... [sigue en eldiario.es]