en esta habitación
los soldados del sol
en la siesta de madera
los pájaros
la esfinge dorada del domingo
la habitación es una iglesia: no podréis entrar aquí
La revolución está dormida
-he dicho dormida-
y vuestra marcha de Atilas en la hierba
le ingresa sueños de murciélago
(sólo la perturba)
Pero sigue este sol
-no os confundáis-,
sigue cantando en el eclipse
el pájaro que sueña con nosotros
que reza por nosotros
No os confundáis:
esta tarde es una iglesia
hay un templo en los tejados
Nunca detendréis a la belleza
oídme:
Jamás se detiene, la belleza
X/'12
1 comentario:
Eres muy grande, y has conseguido emocionarme. Mil gracias, amigo. Un fuerte abrazo.
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