Gracias por el fuego, que sigue
siendo fuego toda la noche
Gracias por el riesgo, por el
honor, la valentía. Por cumplirse lo que es la vida poco a poco y generosa
Gracias por la belleza, por la
palabra, por la canción
Gracias por el dolor en lo
perdido; porque testifica que hubo vida, que “mereció la pena vivir y reventar”
Gracias por el dolor de los
perdidos. Gracias por la amistad
Gracias por la alquimia que
transmuta el rencor en entendimiento, el odio en amor arrodillado, el miedo en
la gracia de crecer
Gracias por el perdón, por el
niño del recreo queriendo hacer las paces
Gracias por la fuerza, por no
abandonar lo que no debe abandonarse; por dejar ir lo que ya tenía que irse
Gracias por la emoción, vislumbre
de luciérnagas en el camino del invierno
Gracias por el hogar, por la
lumbre, por el fuego
Gracias por el vino en compañía,
por el vino en soledad, por el vino que consuela o nos revela
Gracias por la guerra del corazón,
por la sabiduría de la derrota, por la victoria que sólo llega al aceptarla
Gracias por el mundo, por los
dioses y el infierno, que enseñan que todo es uno y mil en el mural feroz y abigarrado de vivir
Gracias por el error, porque
siempre estará para aprender a ser distinto
Gracias por la música, “misteriosa
forma del tiempo”
Gracias por la palabra,
misteriosa forma del silencio
Gracias por el amor, sacerdote
único. Porque fuimos mendigos de la infancia, y seremos la aristocracia del
corazón
Gracias por el padre y por la
madre, por la abuela y el abuelo, por el hermano y la hermana, por el hijo y la
hija; por los vivos y los muertos, por la noche y el mediodía. Por los amantes desde
el camino milenario del primer beso
Gracias por el llanto, gracias
por la risa: gracias
Gracias por el fuego, que sigue
siendo fuego toda la noche
Gracias por la noche, que sigue
siendo niña en la máscara del día
Gracias por el amor, que lo fue y
será antes de haber llegado, después de que nos hayamos ido
Por el amor, que es lo único que
queda
Por la belleza, que es lo que en
el fondo duele
Por la música, misteriosa forma
del beso
Por el fuego, que seguirá siendo fuego en otras noches
6 comentarios:
Y gracias por el poeta.
Agradezco el espléndido repaso de los caminos existenciales y sus maravillas.
Disfruté y disfruto de la lectura de tus magníficos trazos.
Con mis mejores deseos.
Saludos cordiales.
Gracias porque siempre es una caricia para el alma, un despertar pasar por aquí.
Pues gracias otra vez y triplemente. Gracias a los tres. Saber que llegan estas cosas a algún sitio es la única prueba de su -escasa- utilidad :)
Abrazos
Los mensajes en botellas lanzados al mar terminan por llegar a sus destinos..., es el azar.
Si llegan a su "destino" no creo entonces que sea por "azar", my friend ;)
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