lunes, 16 de mayo de 2016

El 'No' de Oriana Fallaci



Hubo una vez una niña enamorada de una magnolia. Una magnolia en medio de un jardín. La niña se pasaba días enteros mirándola desde lo alto de una ventanita, a la que sólo podía llegar encaramada a una silla. Las flores de aquel árbol se abrían “como pañuelos limpios que nadie cogía”, por estar demasiado altas. La niña soñaba con que alguien consiguiera alcanzar alguna flor mientras aún fueran blancas.

Un día, una mujer que solía tender ropa en ese mismo jardín también se quedó mucho rato mirando la magnolia. Al poco llegó un hombre: la abrazó por detrás y la sorprendió; cayeron juntos a tierra, donde “se estremecieron largamente”; luego quedaron dormidos. Más tarde apareció otro hombre: enfurecido al contemplar la escena, se abalanzó sobre los dos. El hombre que había yacido con la mujer salió huyendo. Pero el hombre furioso consiguió atrapar a la mujer, a la que levantó en vilo, “como si no pesara”, “y la arrojó al vacío, sobre la magnolia”: su cuerpo golpeó en las ramas con un rumor sordo. Ahí quedó un momento, como otro pañuelo ensangrentado, hasta que finalmente cayó al suelo, arrancando en su estrépito y llevándose con ella una de las flores blancas. “Y desde aquel día la niña creció convencida de que para coger una flor una mujer tenía que morirse”...


No hay comentarios: