miércoles, 21 de octubre de 2015

Alucinaciones (VII)




“vienes conmigo?
-adónde?
“a la cabaña
-a cuál? no la veo
“la haremos nosotros. sabes hacer cabañas?
-una vez, cuando era muy viejo, muy viejo, muy viejo. pero se me olvidó
“es muy fácil, es muy fácil: sólo tienes que traer un gato enfermo, o un pájaro que no haya volado nunca, y lo dejamos ahí, en el recodo del jardín, es muy fácil
-yo tuve un gato una vez; jugaba conmigo todo el tiempo. un día le hice daño y desde entonces vigila mis sueños desde dentro. si sueño mal, me muerde los dedos de los pies del sueño
“no nos sirve entonces. tiene que ser un gato de aquí, de aquí, o un pájaro que no haya cantado nunca, entiendes?
-yo tengo en mi jaula un lobo: me lo dejó mi madre un día, cuando me fui. nos puede valer?
“a lo mejor, pero sólo si se está quieto durante toda la noche. si es bueno y se está quieto, habrá crecido una cabaña al día siguiente
-y mi lobo?
“el lobo será la cabaña
-y si no quiere?
“querrá. confía en mí
-pero y si un día tiene hambre, o sed, o quiere volver a la jaula?
“entonces iremos con él
-no será peligroso?
“siempre son peligrosas las cabañas, no seas tonto! confía en mí. tú sólo mantén el secreto.


3 comentarios:

Alicia dijo...

Definitivamente mucho mejor conocerlo en su diario impúdico que en los diarios y las políticas. Me gustan estas 'Alucinaciones', pero tengo ganas de conocerte en poesía. ¿Y sería posible que tuvieras un texto del feminismo sin llamarlo así, hablando con la lucidez aún etílica pero muy clara del discurso del Bohemian?^^
También quería presentarte en escrito a quien me tiene abierto los ojos ante ese tópico y tantos otros http://www.angelara.es/ Me alegra que tú también estés despierto, no se encuentra tanta gente.
Abrazos, abrazos

Bluma dijo...

Quedan rescoldos. Dos mantas llenas de tierra. Pasean algunos lobos tras los restos. Entre el humo y los recuerdos, huele a madera mojada. Algunas pisadas quedan. Hubo razones para quedarse, y ademas miedo.

Ahora.

Es ahora.

Pero dos niños juegan a estar tristes.

Miguel A. Ortega Lucas dijo...

No tristes!! :)