Yo recuerdo un deshielo al Norte,
cuando tuve mil años
esperaba en el callejón al ángel
y el ángel se derritió en luz,
y comprendí
recuerdo el callejón del ángel
Yo recuerdo el callejón a solas
de la noche nevando de Venecia,
cuando tuve máscara
y una gitana me enseñó a hablar
y un ladrón quebró la bruma
yo recuerdo aquella máscara
Y recuerdo la bruma al atracar
en el puerto de una cruz
un ladrón rezándole a una cuna
y la máscara quebrándose en un ángel
Yo sólo quiero una lámpara,
una luz detenida toda la noche
Sólo quiero una lámpara alumbrando el temblor,
cobijando el camino,
alentando el candor aterido del monte
por donde vaga tu sombra en la ciudad del invierno
Yo sólo quiero el farol del ermitaño,
reloj despierto de todo lo que existe
En la aldea rezándole a una cuna,
en el viento embozado del cristal
de los lobos hambrientos de la ofrenda,
yo sólo quiero una luz que custodie
mi gruta boreal de estrella al norte
mi llama de farol convaleciente
el jadeo de lobo perseguido toda la noche
por la propia noche de su sangre.